Nuestros lugares

¿Les ha pasado que sienten que tienen una conexión especial con ciertos lugares? A mí eso me sucede constantemente pero hay lugares con los que el vínculo va más allá.

Por ejemplo, a pesar de que nací en la Ciudad de México, siempre he sentido que mi corazón es de Guanajuato. Si un lugar considero mi segundo hogar, sin duda alguna, es Dolores Hidalgo, lugar en donde nació mi papá y mi único destino vacacional durante la infancia. A pesar de que nunca he vivido allá, sé que podría caminar por sus calles sin perderme y podría recomendar lugares para visitar o comer a quien va por primera vez.

Así como tenemos conexiones especiales con ciertas personas, creo que podemos tener un c con nosotros. Y así como podemos disfrutar mucho, también podemos enojarnos, alejarnos o estar sensibles hacia ellos.

Cuando creas recuerdos tan valiosos y los compartes con alguien más, quisieras que la vida no avanzara, que se quedara un poquito más en ese lugar, para seguir gozando de esos instantes. Por eso hay lugares a los que siempre regresamos, el corazón llama y la maleta de viaje también.

¿Cuál de tus lugares es el más especial?

Por un tiempo no pude regresar a Dolores Hidalgo, la vida me llevó a transitar por el momento más difícil que me ha tocado experimentar: Mi papá murió. Entonces estaba enojada, estaba sentida, no quería ir a Guanajuato y mirar cosas que él tenía que haber visto… Estaba enojada con mi lugar especial, porque los recuerdos creados en él no iban a repetirse en el futuro; pero el tiempo pasa, la vida avanza y luego de un trabajo muy importante y personal de introspección y crecimiento, tomé mi maleta y fui a Dolores, sin mi gran compañero; sobreviví, perdoné y me dejé envolver por la magia que siempre me ha dado.

Así como si los lugares fueran personas, conectamos, nos enojamos, los aceptamos, los rechazamos, les agradecemos o los criticamos… como sea; una parte muy importante de lo que hoy somos está estrechamente relacionada con los lugares que dejamos entrar en nuestra vida.

Perdona a aquellos lugares por un tiempo te hicieron pasar días difíciles… Su valor se traduce en cada lección que pudieron dejarte.

Cuando hagas una maleta de viaje llénala con todas tus virtudes, abre tu mente, como cuando conoces a alguien nuevo, siente curiosidad por su historia, y si conectas con él… vuelve; la magia de conectar con alguien es invaluable, lo mismo aplica para los lugares que conocemos.

Que el pisar un suelo nuevo vaya más allá de una fotografía.

Sandra.

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